martes, 13 de marzo de 2012

Cómo aprendí mitología

o uno de mis pequeños vicios infantiles.

En mi más tierna infancia, cuando mi reclusión pueblerina llegaba a su máximo apogeo, abrieron la biblioteca del pueblo justo al lado de mi casa. Ésto supuso el descubrimiento de un nuevo mundo para mí: el de los libros. Y dentro de éstos, cuando ya me había leído todas las revistas infantiles y todos los libros del Barco de Vapor para diez años, descubrí unos enormes volúmenes, llenos de dibujos, que relataban historias mitológicas: mitología y leyendas griegas, egipcias, nórdicas, chinas, japonesas, árabes... Estuve aproximadamente un año leyendo esos libros, que me encantaron y que me encantaría volver a leerme.

Y, un día, llegó a mis manos el Age Of Mithology. Sí, un videojuego antiguo [ahora antiguo, que antes era el novamás] que supuso la culminación de mi obsesión con la mitología: un juego de estrategia, de conquista, basado en las mitologías griega, egipcia y nórdica. La felicidad física en mis manos.

A base de jugar a ese juego, aprendí qué eran las escilas, su diferencia con las hidras; el poder de los gigantes en el mundo vikingo y la divinidad concedida a los faraones; los nombres y ocupaciones de muchos dioses menores y la función y origen de casi todos los mounstros míticos.

Una joya que llegó a mis manos de nuevo hace apenas un par de meses (cuando encontré el juego en el Fnac por menos de cinco euros) y que me sorprendió, sobre todo ahora que estoy estudiando griego y su cultura.

En fin. Que lo recomiendo plenamente (aviso que después vicia) y además, en cada unidad/edificio te explica su historia, su procedencia y su ocupación en la Edad Antigua .

¡A aprender jugando!

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