viernes, 11 de mayo de 2012

¿Soy un Dios o un planeta?

En mi infancia [me estoy dando cuenta de que la mayoría de mis entradas hablan de mi infancia y esto me asusta. Qué lista y curiosa era yo en mi infancia (?)], otra de mis obsesiones fue la astronomía. Me encantaban las estrellas, las galaxias, los planetas. Llegué a saberme de memoria algunos de los satélites de los planetas y sus características, nombres de galaxias y estrellas lejanas. Incluso qué estrella era más grande que cuál y todo.

Pero en verdad, esta... obsesión con la astronomía está relacionada con la mitología. Muy relacionada. Pues el mundo mítico grecorromano se mezcla con la astronomía. Los planetas, los satétiles, las galaxias, las constelaciones, estrellas y nebulosas tienen nombres relacionados con la religión de la Antigüedad, ya que ellos relacionaban este cielo celeste como hogar de los dioses y los héroes.


Todos los planetas del Sistema Solar, excepto el nuestro, tienen nombre de dioses, de los dioses romanos más importantes. Estos, han dado lugar a los días de la semana, aunque cuando comenzó el cristianismo el sábado y el domingo cambiaron de nombre. De hecho, en ingles, sábado es el día de Saturno: Saturday y el domingo el día del Sol: Sunday.

Mercurio, dios mensajero, primer planeta del Sistema Solar.
Venus, diosa del amor, segundo.
Marte, dios de la guerra, ocupa el cuarto puesto.
Júpiter es el dios máximo y el planeta más grande de nuestro sistema.
Saturno,dios de la agricultura, sexto planeta.
Urano, padre de los dioses y señor del cielo, séptimo
Neptuno, dios de los mares, es el planeta acuoso (que no sé yo cómo lo supieron) que ocupa el último puesto.
Nuestro pequeño Plutón, que para mí seguirá siendo un planeta hasta el resto de su existencia, es el dios de los Infiernos. Otros planetas enanos también tienen nombres de dioses: Ceres, de la agricultura también y semejante a la Démeter griega; y Eris, diosa de la ira y la magia.

Los satélites más importantes de cada planeta tienen nombres de ninfas, dioses menores, héroes y seres de la mitología griega. Satélites llamados Póllux, Helena, Désmona, Cupido, Ío, Europa, Calisto... Todo pequeño personaje mínimamente importante ha recibido su propio satélite astral.

Ya los nuevos satélites, para los cuales no quedan nombres míticos, tienen nombres más modernos. Saturno, que tiene como 200, tiene unos nombres bastante extraños (la falta de imaginación de los astrónomos).

Pero mis satéliets favoritos son los de Urano: tienen los nombres de los reyes de las hadas y las hadas de la obra de Willian Shakespeare El Sueño de una noche de Verano. Titania, Oberón, Puck, Miranda, Ariel... son sus satélites más grandes.


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