martes, 15 de mayo de 2012

Cena con el César

 A continuación me dispongo a presentar el menú típico de lo que sería una comida en la antigua Roma, ya sea cena o almuerzo, con las respectivas recetas de cada plato, haciendo posible, por lo tanto, su fácil elaboración. Animo a todos a degustar una auténtica comida clásica romana.


BEBIDA

Para beber prepararemos nuestro propio vino de rosas. Es muy sencillo: necesitamos 1 litro de mosto, 3 cucharadas de miel y otras tantas de agua de rosas. Lo ligaremos todo y serviremos muy frío.

ENTRANTES

Para picar antes de empezar con los platos principales haremos unas ricas tostas de moretum, especie de aderezo o salsa que servía para acompañar platos. Para ello, necesitaremos los siguientes ingredientes: queso fresco o requesón, pan tostado, especias varias (ajedrea, cilantro, menta, orégano, tomillo, pimienta y poleo), aceite, vinagre, unas hojas de lechuga, cebollino y apio. Su elaboración es la siguiente: Triturar en un mortero las especias. Cortar en juliana el apio, los cebollinos y una hoja de lechuga. Añadir todos los ingredientes al queso e ir amasando con aceite y vinagre hasta conseguir una crema para untar sobre pan.

PRIMER PLATO


Como plato principal serviremos una nutritiva crema de cebada, para la cual necesitaremos estos ingredientes: garbanzos, lentejas, cebada, guisantes, un pollo, un repollo, puerro, eneldo, hinojo, acelgas, orégano, cilantro, apio, perejil, agua, aceite y sal. La elaboración de esta receta se llevará a cabo de la siguiente manera: Tras dejar en remojo la noche anterior las legumbres, se ponen éstas a hervir en agua con sal. Aparte, procederemos de la misma forma con un repollo bien troceado. Se pica ahora concienzudamente el puerro junto con todas las especias antes mencionadas. Lo sofreímos todo en una olla de barro con unas cucharadas de aceite, y lo añadimos a las legumbres hervidas. Podemos acompañar la mezcla con un poco de garum, y ya podemos servir y comer.

Garum: pescado fermentado

Una de las recetas de cocina más conocidas del mundo clásico romano es el garum, salsa de pescado empleada con mucha frecuencia entre los habitantes del Imperio y que podemos trasladar a nuestra época actual. Para hacerlo, existen varias fórmulas deducidas a través de los textos de autores clásicos como Apicio o Paladio. Así, según ellos, procederemos de la siguiente manera: Colocar en una cazuela de barro una capa de hierbas aromáticas (eneldo, anís, menta, tomillo, cilantro, hinojo, apio, albahaca, orégano, etc), sobre las hierbas una capa de pescados azules (sardinas, arenques, caballa, anchoa,...) y sobre ésta una gruesa capa de sal. Repetir la acción dos veces. Dejar al sol durante siete días y al octavo remover. La mezcla debe exponerse al sol durante dos o tres meses, hasta que el pescado fermente y nos proporcione el liquamen o parte líquida.
No obstante, si se tiene cierta abstención al pescado fermentado, puede elaborarse también un equivalente al garum clásico: En un mortero, trocear aceitunas negras sin hueso y a continuación, machacar las aceitunas, unas anchoas y unas alcaparras hasta formar una pasta. Se va añadiendo aceite de oliva y unas yemas de huevo cocido trituradas hasta darle la consistencia deseada. Se puede condimentar la masa obtenida con especias como orégano, pimienta, cilantro o albahaca. 

SEGUNDO PLATO

Tomaremos ahora un delicioso plato de pato con dátiles, para el que necesitaremos seguir unos breves y sencillos pasos: asaremos el pato al horno aderezado con una salsa de pimienta, perejil, ajo, apio, cilantro, menta, dátiles, miel, vinagre y mostaza.

POSTRES

Para finalizar nuestra encantadora velada, serviremos un apetitoso dulce de mosto de piñones. Nos harán falta, claro está, piñones frescos y mosto. Machacamos los piñones y los cubrimos con mosto; los dejamos macerar durante unos diez días. Si no tenemos tanto tiempo, también podemos cocer el mosto ya mezclado con los piñones y servirlos. 
Como la variedad es lo más importante en una buena mesa, prepararemos también una receta de pastel de manzana al estilo puramente clásico: Dentro de una tulipa de pondremos una capa fina de de membrillo, otra queso fresco,  otra de manzana asada y adornaremos con unas pasas. Servir con un poco de pimienta negra y unas hebras de azafrán.

Ya sólo nos queda decir, pues:  Plurimam salutem!

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