jueves, 16 de febrero de 2012

Es el rico queso feta

Hoy, en clase de griego, me he dado cuenta de una cosa: yo, que casi paso más tiempo comiendo que haciendo la digestión, no he publicado nada sobre comida. ¡Nada!
Así que he decidido que la gastronomía es una ciencia que puede dar mucho de sí, y que en un futuro pienso explotar por aquí bastante. Que somos de buen comer y relacionado con Grecia y el Imperio Romano se puede hablar mucho, pero que mucho de comida.

Yo soy adicta al vicio de comer, he admitirlo, y aquí presento el famoso, salado y sólido queso feta.


El queso feta es una variante quesil [sí, sí, esa palabra existe], originariamente de leche de oveja, que adquiere su sabor salado porque se cura en salazón. Es queso fresco, sólido pero gomoso, con una textura propia que no he probado en ningún otro queso; que posee una denominación de origen griega, y que no puede faltar en una típica comida del Peloponeso.
Es ingrediente indiscutible de la ensalada griega y de las típicas empanadillas griegas, las spanakotiropitas, rellenas de este queso y espinacas.

Mi recomendación personal: la ensalada griega tiene como ingredientes tomate, pepino, cebolla roja y pimiento, junto a feta, alcaparras, orégano y aceitunas. Pero existe una variante mucho más rápido y fácil de preparar que está buenísima y que pega con casi todo:
Sólo se necesita queso feta cortado a cuadraditos, tomate cortado a cuadraditos, orégano, aceite, sal y vinagre de módena. Lo mezclas todo en un bol/ensaladera/plato, lo remueves y voilà, una ensalada ligera, rica y griega. O un poco griega.

PD: Otras recomendaciones personales, ya que estoy hablando de queso y de tomate:
- Queso feta y tomates secos en aceite. Demasiado buenísimo.
- Mozarella fresca cortada en cubos y tomate, con los mismos ingredientes que mi recomendación, con el único cambio del queso. También demasiado bueno.

Que si saco el tema de la comida, no pararé nunca.

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